Reactividad 1

Aqui viene el primer paquete de info sobre comportamientos reactivos.

Seguramente lo grabe esta semana en formato podcast, para que os sea mas facil consumirlo ( me está llegando un micro decente para hacerlo y que no os dejéis los oídos :P)

Qué es la reactividad en perros. Hay muchos tipos de

reactividad

➢ Origen

➢ Causas orgánicas 

➢ ¿Que le pasa por dentro al perro cuando reacciona? Fisiología de las conductas reactivas. 

➢ ¿Qué necesita un perro que tiene reacciones? 

➢ Fases de un posible tratamiento.

➢ Mi perro persigue todo. 

➢ Caza vs estrés.


Muchos entrenadores afirman que el perro reactivo, lo será siempre. Esto no es cierto, la reactividad (que mucha gente confunde con agresividad) es un problema frecuente y realmente conlleva esfuerzo y constancia en su tratamiento. Pero es perfectamente posible rehabilitar a perros reactivos, pero con frecuencia se recurren a tratamientos no acertados, que incluyen correcciones y castigos o se intenta acelerar el proceso cogiendo atajos como el entrenamiento o la comida, sin abordar la raíz del problema.

➢ Origen

Los perros son animales sociales e interactúan por ello con el entorno. Es una característica innata que los perros sientan curiosidad por lo que les rodea: objetos, entornos y seres vivos. Son maestros de la adaptación a través del uso de la comunicación y de la interacción consiguen enriquecerse social, mental y sensorialmente. Pero estás habilidades innatas deberían haber podido ser entrenadas y desarrolladas. Esto no es así en muchos perros.
Precisamente porque en los primeros meses de vida no les dejamos desarrollarse a su ritmo, y los introducimos en un mundo que da miedo, sin distancia ni tiempo para gestionar todas las situaciones que están viviendo. 

Cuando los perros tienen unos niveles de estrés correctos, se vuelven mucho más sociales, desarrollan plenamente estas habilidades y también desarrollan mucho más los aprendizajes relacionados con la convivencia, las reglas y analizan de forma correcta lo que sucede a su alrededor, reaccionando de forma medida a cada situación. Podríamos decir que la reactividad es adaptativa, permite al perro “sobrevivir” y alejar aquello que le preocupa, esto puede ser un oso, un lobo, un jabalí, otro perro etc.  Se trata de una reacción exagerada ante un evento y que tiene un fin concreto, que habitualmente suele ser querer alejar y expulsar aquello que les preocupa. 

Cuando consiguen una plena adaptación, se sienten seguros y felices. Pero cuando no consiguen adaptarse ocurre a la inversa. No consiguen estar calmados y su organismo está cargado de estrés porque tienen miedo. Se comunican peor y su cerebro suele “inventar” con frecuencia amenazas imaginarias. Aquí entramos en la percepción del mundo, tal como me habéis oido hablar siempre, hay perros que vienen metidos en una “casa del terror” donde van preocupados de manera constante puesto que los monstruos están a la orden del día y pueden aparecer por cualquier esquina. Esto conlleva, tal como estáis aprendiendo este mes con el libro sobre estrés, que los niveles de cortisol en sangre estén en niveles que no deberían de forma constante, produciendo un daño fisiológico enorme y muchas veces acabando en un estrés crónico permanente. 

La reacción en el organismo cuando algo cambia en tu entorno es completamente normal, esa reacción en el organismo precisamente es una herramienta eficaz para actuar en consecuencia y manejar de forma correcta lo que pasa en tu vida.

Pero en perros con niveles de estrés correctos, felizmente adaptados a su modelo de vida, o a los perros que todavía no están adaptados a cambios que han sobrevenido, puede ocurrir que se vean inmersos en alguna situación abrumadora para ellos y se vean superados.

El termino reactividad se asocia a una alteración de comportamiento, frecuentemente vista desde lo que dispara al perro. Tengo un perro reactivo a otros perros, tengo un perro reactivo a los ruidos o tengo un perro reactivo a TODO.

Pero con frecuencia se olvida la causa y por ello muchos perros no terminan bien un tratamiento. Algunos profesionales incluso afirman que el perro reactivo será siempre reactivo. Claro, porque los perros reaccionan al entorno, la reacción solo se convierte en un problema cuando está desajustada con la realidad, es una respuesta excesiva para el momento que vive el perro. Los humanos también somos reactivos cuando estamos sobrepasados y pensamos que hemos perdido el control, entonces reaccionamos frente a todo: ¡¡¡¡¡quieres estar quieto ya!!!!! Le gritamos al niño que simplemente está haciendo lo mismo que todos los días.

Podemos definir la reactividad de muchas formas. Por ejemplo, la reactividad es un modo de comunicación, comunicación alterada por el estrés de la situación, pero es una forma de gritar “no puedo más con la presencia del monstruo, aléjate, o no respondo de mí”. Sí, realmente es correcto afirmar que la reactividad es una forma de expresar un estado emocional alterado.

Otra forma de definir la reactividad es que es una forma de expresar inadaptación; un perro adaptado a un entorno o circunstancia no es reactivo. Un perro recién adoptado puede ser reactivo en casa ante el mínimo ruido en la escalera de casa. Pero después de unos días se adaptó, se dio cuenta que la casa es un lugar seguro y la reactividad ya no sucede. Debemos distinguir entre un perro que presenta un episodio de reactividad ante algo que le asustó de forma aguda (esto es un patrón de respuesta normal) y un perro que repetidamente fortalece ese modo de respuesta al punto que no es capaz de ver otra posibilidad que no sea la reactividad.

También podemos definir la reactividad como un conjunto de respuestas conductuales guiadas por un estado emocional alterado resultado de que no está sucediendo los que el perro esperaba que sucediera, o por lo menos con la rapidez que desea. Es el modelo reactivo por frustración. El perro se ve superado por ese desajuste entre su mente y la realidad de la situación.

Por último, podemos ver la reactividad como una antesala de la agresión. Quizás estemos hablando de un intento desesperado de evitar el conflicto y la conducta agresiva. Es un mensaje de “no quiero, pero acércate, voy a morderte” Porque es importante recordar que la reactividad tiene mucho que ver con el miedo y el estrés. Y que hay perros que el incremento de miedo y estrés no siempre deriva en agresión. Hay perros con conductas reactivas que nunca morderán, pero hay otros, los menos, que, si la situación persiste tras el episodio de reactividad, o empeora, pueden llegar a morder. También hay perros que saltan ese paso intermedio de la reactividad y muerden directamente. No olvidemos que la reactividad es un estado alto de alteración. Este tipo de perros se les conoce como “Silent Bitter” o mordedor silencioso, y suele estar asociado a que han castigado de forma permanente toda la comunicación de baja intensidad, ladridos, gruñidos, levantamiento de belfos etc. 

No siempre la reactividad está ligada a un estado emocional negativo, pero si muy alterado. Hay perros que pueden mostrarse reactivos a la llegada a casa de las personas que conviven con él, o ante la perspectiva de comida. Pero es importante recordar que una emoción positiva muy alterada, también va asociada a la contraria

(si me alegro mucho de tu vuelta a casa, quizás es que no llevo tan bien tu separación)

Cuando un perro reacciona, recuerda que está enfrentándose a un monstruo que le supera. 

– Texto original de Mas que Guau – 

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